domingo, 5 de abril de 2009

Ante momentos bajos, cabeza alta

Algunos días amanecen grises
Es posible que te haya ocurrido en alguna ocasión que te has despertado y te has encontrado algo bajo, con falta de fuerzas para afrontar las obligaciones del nuevo día. Es posible también que te hayas encontrado con días en los que te costaba más aguantar bromas y en los que te encontrabas menos dispuesto a soportar los problemas cotidianos. Días en los que no tenías un buen estado de ánimo.

En estas circunstancias, ¿qué es lo que te pedía el cuerpo?. Quizás te hayas dado la vuelta en la cama y te hayas tapado la cabeza con la almohada diciendo: “Hoy no me levanto”.

La solución a un problema pasa por afrontarlo
Y al final, ¿cómo has solucionado siempre estas situaciones?, ¿cómo has cogido fuerzas para enfrentarte a días y momentos en los que lo único que te apetecía era dormir?. Probablemente, hayas decidido al fin pegar un salto, levantarte, “ponerte las pilas” y decir, con la cabeza alta “vamos a por ello”.

Los estados de ánimo y la actitud corporal están siempre relacionados
Las personas que se encuentran en estados de ánimo “bajos” suelen mostrar una actitud corporal cerrada. Suelen ir con la cabeza y los hombros hacia abajo y con una expresión facial seria, triste y desganada. ¿Has visto alguna vez una persona deprimida mirando al frente, con la cabeza alta y una expresión facial de seguridad y confianza?. Seguro que no.

Por el contrario, si tuvieras que describir la expresión corporal de una persona con confianza y segura de si misma, ¿cómo lo harías?. Quizás hablarías de una persona en posición erguida, cabeza alta, mirada al frente, expresión facial con energía, incluso con una ligera sonrisa, pecho sacado y respiración firme.

Como conclusión, podemos afirmar que el estado de ánimo y la actitud corporal parecen tener cierta relación. Estados de ánimos positivos llevan asociadas unas actitudes corporales determinadas, abiertas y energéticas y estados de ánimo bajos o negativos, otras actitudes corporales distintas, cerradas y faltas de energía.

Modifica tu actitud corporal para mejorar tu estado de ánimo
Esta asociación nos ofrece a todos una poderosísima herramienta para controlar y mejorar nuestro estado de ánimo. Solo con modificar tu fisiología, podrás mejorar tu estado de ánimo. Nuestro cerebro no podrá generar estados de ánimo bajos si nuestro cuerpo no le acompaña. A través de la modificación de nuestra actitud corporal, guiamos el tipo de mensajes que elabora el cerebro y, en consecuencia, nos podremos sentir mejor. La próxima vez que te sientas con un bajo estado de ánimo, levanta la cabeza, saca pecho y sonríe. Comenzarás a sentirte mejor.

Ejercicios para la acción
Aquí tienes dos cosas para mejorar tu estado de ánimo utilizando tu fisiología

Primero, recuerda alguna experiencia en la que te hayas sentido pletórico de ánimos, totalmente positivo y con confianza y seguridad. Recuerda con detalle cómo era tu actitud corporal en esas circunstancias (mirada, sonrisa, cabeza y cuello, posición de la espalda, respiración, nivel de energía, etc.)

Segundo, la próxima vez que te sientas “bajo de fuerzas”, no te dejes llevar por esa sensación y sitúa tu actitud corporal como en la experiencia positiva que has descrito en el punto anterior. Levanta la cabeza, sonríe, respira hondo, mantén una posición corporal erguida y … prueba a ver que pasa. Disfruta de la experiencia.

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