lunes, 22 de diciembre de 2008

Definiendo tus objetivos de 2009

Llega el final del año y es hora de hacer balance. ¿Cómo nos ha ido?, ¿Qué hemos ganado?, ¿qué hemos perdido?, ¿qué hemos aprendido?, ¿a quién hemos conocido?, ¿qué hemos hecho bien?, ¿qué debemos mejorar?. Nos podemos hacer estas y otras muchas preguntas para llegar a nuestra conclusión final: ha sido un buen año o, por el contrario, podría haber resultado mejor. ¿Cómo ha sido tu año?.

Decide cómo será tu 2009
Independientemente de cómo valoremos 2008, lo verdaderamente importante ahora es que podemos decidir cómo será 2009
. Las cosas no ocurren por casualidad, sino por causalidad. Nuestros resultados son consecuencia de nuestras decisiones y acciones. Esto quiere decir que podemos decidir cómo será nuestro 2009. Únicamente tenemos que definir efectos perseguidos (objetivos) y generar las causas que los producirán (nuestras actuaciones). ¡Casi nada!

Si dedicamos un tiempo relajado a definir nuestros objetivos para el próximo año, estamos dando ya un paso de gigante para conseguirlos. Hubo alguien que dijo una vez “quién no sabe adónde va, jamás llegará a su destino”. Por este motivo, hacer el ejercicio de fijar nuestros objetivos nos sitúa ya en una buena situación de partida.

Un sistema para definir objetivos
Te propongo una fácil pero poderosa forma de definir nuestros objetivos para 2009.

Primero. Haz una lista con LO QUE QUIERES Y NO TIENES
Segundo. Haz una nueva lista con LO QUE QUIERES Y TIENES YA
Tercero. Haz una lista con LO QUE NO QUIERES Y NO TIENES
Cuarto. Haz una última lista con LO QUE NO QUIERES PERO TIENES

Cuando hayas cumplimentado estas listas, te propongo las siguientes reflexiones:

- ¿Qué lista te ha costado más elaborar?
- ¿Qué lista es más larga?
- ¿Qué efectos positivos tienen estas cuestiones sobre tu situación?
- ¿Qué efectos negativos están produciendo o pueden producir?

Ahora decide, de entre las cuestiones de las diferentes listas, cuáles van a ser tus diez principales objetivos para los próximos doce meses y plantéate ¿Cuál de los objetivos que he anotado en la lista tendría el mayor y más positivo impacto en mi vida si lo consiguiera?. Luego, para definir adecuadamente cada objetivo y orientarse positivamente hacia ellos, te propongo que desarrolles el siguiente proceso para cada uno de ellos. Te recomiendo que lo escribas porque así te servirá para hacer un seguimiento.

- Defínelo en términos positivos. ¿qué es lo que quieres?. No digas lo que no quieres.

- Define cómo comprobarás que se ha cumplido el objetivo. ¿Cómo sabrás que has cumplido el objetivo?
- Define los recursos de que dispones para conseguirlo. ¿con qué cosas, habilidades y capacidades específicas cuentas específicamente para conseguir el objetivo?
- Define los aspectos positivos de tu situación actual. ¿Qué cosas de las que tienes o haces ahora te pueden ayudar a conseguir tu objetivo y, por tanto, mantendrás?
- Define el contexto en el que se sitúa el objetivo. ¿a quién más le puede interesar que cumplas el objetivo?. ¿A quién no le interesará?. ¿En qué circunstancia podrías no desear conseguir el objetivo?

Si piensas que puedes, realmente puedes
Define estos objetivos para los diferentes ámbitos de tu vida, especialmente para aquellos en los que sientas que actualmente estás más alejado de tu estado deseado. Ahora una última cosa: mírate a ti mismo a finales de 2009, con tus objetivos logrados y lleno de satisfacción. ¿qué te parece?.

Si pones en marcha este proceso, en diciembre de 2009 habrás vivido un año en el que tu grado de consecución de objetivos habrá sido más pleno, no por suerte, sino porque habrás sentado unas bases sólidas para conseguirlos. Sé que puedes conseguirlos. ¡ACTÚA YA! … y a finales de 2009, hablaremos.

¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO 2009!

Ejercicios para la acción
Aquí hay dos cosas que puedes poner en marcha inmediatamente para conseguir mejores resultados:

Primero, revisa lo que tienes y no tienes en tu situación actual, de manera que tomes conciencia de lo que quieres. Define tus diez principales objetivos para 2009. Cuanto más concretos y específicos sean los objetivos, más cerca estarás de cumplirlos.


Segundo, mírate a ti mismo al final del próximo año. Ya has cumplido tus objetivos y te sientes satisfecho. Conéctate plenamente con esa imagen. Mira lo que ves, escucha lo que se oye a tu alrededor y siente las sensaciones de ese momento. ¿Merece la pena luchar por ello?

Tercero, actúa ahora y plantea una batería de actuaciones que te ayuden a conseguir tus diferentes objetivos. Solo por haberlos definido, ya estás en el proceso de cumplirlos.




¿Qué es lo que te mueve realmente?


¿Cuáles son tus valores?, ¿Qué cosas son las que realmente tienen importancia para ti?, ¿Cuáles son tus creencias principales?, ¿Por qué cosas estás dispuesto a sacrificarte e, incluso, a dejarte la vida?. Estas poderosas preguntas constituyen la base de nuestra existencia. ¿Te las has planteado alguna vez?

Escribe tus valores clave
Cuando haces este ejercicio por primera vez, lo normal es que seas capaz de identificar multitud de cosas que son importantes para ti. Seguramente escribirás un gran número de personas, cualidades, lugares y conceptos con los que te sientes realmente identificado. Además, es probable que pienses que la mayor parte de las cualidades que has escrito, por no decir todas, son aplicables a ti en este momento.

Selecciona solo unos pocos valores
Ahora viene la parte más difícil del ejercicio. Revisa la lista de aspectos que has escrito y selecciona únicamente diez. Los diez conceptos más importantes para tí. Las diez cuestiones que, si no pudieras llevar todas contigo, son las que llevarías. Una vez que los tengas, déjalos en cinco. De esta manera conseguirás un número de aspectos con los que podrás trabajar y los resultados que obtendrás tanto para ti como para la forma en que los demás te perciban serán realmente extraordinarios.

Trabaja en tus cinco valores claves
Escribe estos cinco valores que gobiernan tu vida y priorízalos. ¿Cuál es el más importante?, ¿Y el siguiente?.
A partir de aquí, haz el firme propósito de que cualquier acción que hagas o cualquier decisión que tomes a partir de ahora deberá estar de acuerdo con estos valores. Cuando tengas que tomar una decisión, valora las alternativas y escoge aquella que sea más acorde con tus valores. De esta manera, definir tus valores se convierte en un punto de partida ideal para planificar tus actuaciones futuras en todos los ámbitos y te ayuda a ser coherente contigo mismo.

Ejercicios para la acción
Aquí hay dos cosas que puedes poner en marcha inmediatamente para conseguir mejores resultados:

Primero, clarifica tus creencias y valores prioritarias. Escribe lo que es importante para ti y revisa si tus hábitos actuales, tus decisiones y, en definitiva, tu estilo de vida son acordes a estos valores y creencias. ¿Qué conclusiones obtienes?

Segundo, prioriza tus cinco valores principales. Decide hoy que se conviertan en “el rasero” por el que pasarán todas tus decisiones y actuaciones a partir de ahora. Esto te ayudará a ser consecuente y mejorar tus resultados.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Confía en tus colaboradores



La Definición de Liderazgo
El liderazgo ha sido definido en muchas ocasiones como “la ciencia de conseguir seguidores”. Una de las necesidades más profundas del ser humano es la necesidad de sentirse importante, de tener un sentimiento de propósito y significado en la vida y en el trabajo. Líderes son únicamente aquellos que pueden intervenir en las emociones más profundas de otras personas y conseguir de ellos que lleguen más lejos y consigan resultados más elevados de los que hasta ahora han conseguido.

Palabras que inspiran llevan a la victoria
Winston Churchill fue capaz de levantar e inspirar a una nación entera con palabras como éstas: “Actuemos de tal manera que si el Imperio británico perdurara mil años más, los hombres todavía dirían, este fue su mejor momento”

Encabezar los cambios
Lee Iacocca se incorporó a Chrysler cuando la compañía estaba casi en la quiebra. A través de la fuerza de su personalidad, su determinación inquebrantable, su apelación y súplica al Congreso, a los trabajadores de Chrysler y a los Clientes por televisión, encabezó un proceso de cambio que aparece en los libros de historia económica como uno de los mayores éxitos en el ámbito de los negocios en Ámérica.

Confía en las otras personas
La llave para conseguir seguidores en todos los casos es “confiar en tus colaboradores”.
Muchos estudios establecen como conclusión que son los lazos de confianza y respeto los que actúan como catalizadores para obtener un alto rendimiento de las personas. No basta con que confíes en tus colaboradores sino, lo que es aún más importante, ellos deben confiar en ti.

Actúa con integridad
Con el fin de “conseguir seguidores”, las personas con las que te relacionas deben creer rotundamente en tu integridad. Deben estar seguros de que respetarás los estándares éticos más elevados de justicia y ecuanimidad. La integridad aparece siempre como la cualidad más importante del liderazgo. Las personas solo pueden poner todo su corazón en el trabajo cuando se sienten seguros y solo se pueden sentir seguros cuando confían plenamente en el líder y se sienten relajados.

Ejercicios para la acción
Aquí hay dos cosas que puedes poner en marcha inmediatamente para conseguir lo mejor de las personas que trabajan contigo:

Primero, haz que la gente se sienta importante. Diles lo importantes y valiosos que son y dales tanto la responsabilidad como la oportunidad de hacer su trabajo lo mejor que sepan hacerlo.
Segundo, se un buen ejemplo. Se un líder inspirador siendo un modelo a seguir por los demás. Cuanto mejor sea el ejemplo, mejor harán su trabajo y más felices serán.


viernes, 5 de diciembre de 2008

Optimismo para avanzar






Todo el mundo quiere tener una buena salud física. De la misma manera, las personas deseamos también una mente saludable. El mayor impulsor del nivel de equilibrio de nuestra mente es el optimismo con el que percibimos nuestra realidad.

Actualmente, por ejemplo, estamos inmersos en una Crisis. Todos los medios de comunicación hablan de ella. Seguramente, conocerás personas que perciban estos momentos como una verdadera “losa” que, irremediablemente les aplastará. Pero también conocerás personas que han decidido que la crisis no es más que un paso más que deben dar en su desarrollo. A los primeros les llamamos “pesimistas” y a los últimos “optimistas”. ¿Tú cómo te consideras?.

Básicamente, hay tres diferencias básicas en las reacciones de los pesimistas y de los optimistas ante las circunstancias adversas. La primera es que los optimistas ven los obstáculos como temporales. “No hay mal que cien años dure”. Las situaciones negativas pasarán y vendrán tiempos mejores. El pesimista, por el contrario, ve los problemas como permanentes en el tiempo, como algo que es parte de la vida o del destino.

La segunda diferencia entre optimistas y pesimistas es que los primeros ven las dificultades de manera “específica”. “No todo es malo. Esto es malo”. Esto quiere decir que cuando algo va mal para el optimista, éste lo ve como un hecho aislado y que requiere un plan concreto de actuación para solventarlo. Que algo vaya mal no quiere decir que el resto de aspectos de su vida vayan mal.

La tercera diferencia básica es que los optimistas se saben aislar del problema. No lo interiorizan. Los problemas son externos y no hacen de ellos un tema personal. Los tratan de manera objetiva y no subjetiva. Si hay crisis, nos es que alguien la haya creado para fastidiarme, sino que se debe a una serie de factores de entorno sobre los que habrá que establecer actuaciones. Así es como piensa un optimista.

Mira a largo plazo y considera los momentos adversos siendo optimista: “los malos momentos son temporales, específicos y objetivos”. No seas parte del problema sino de la solución. De esta manera conseguirás un mejor rendimiento en lo que haces y podrás superar obstáculos que hasta ahora te parecían infranqueables.


"El Éxito es conseguir los objetivos. La Felicidad es disfrutar de lo que ya has conseguido". Anthony Robbins